martes, 1 de mayo de 2018

Recorriendo andando y en bici ,en el pasado, las calles, colinas , los muelles y faros de Cartagena con los nombres de antaño y el motivo del cambio. Caxú2018


RECOERIENDO y
EN BICICLETA LAS CALLES DE CARTAGENA EN EL PASADO

Con mi bicicleta virtual
 y otras veces caminando voy 
recorriendo
 las calles de Cartagena 
desde el pasado hasta el  día de hoy ,
de una en una palpando
 el pasado
 con las yemas de los dedos 
 con los ojos cerrados 
me siento como si estuviese  viviendo 
en ese espacio 
como si el tiempo no hubiese pasado. 
Repasando
 pequeñas anécdotas,
  el porqué le ponían dichos nombres. 
Según he entendido
 bien era porque un vecino ponía
 la estampa de un santo en la fachada ,la cual la alumbraba
 con lamparitas de aceite, 
o porque vivió algún personaje 
importante en ella 
o relevante
 para ellos,
 más 
 si no les gustaba 
el nombre por ser
 poco apropiado
 recurrian a la Junta 
del Ayuntamiento 
con una nueva propuesta ...., 
 otras veces según el partido político 
que estaba en el Ayuntamiento
 le cambiaba el nombre 
por otro que le convenciera, 
mas  a ellos pero unas veces
 eran aprobadas las propuestas y otras no.
Empiezo mi recorrido
 por el CALLEJÓN DE SAN ESTEBAN 

En su confluencia  con la desaparecida del Molinete
calle San Esteban existió
 una fuente surtida con agua
 de los manantiales de Cabezo de Ventura.
Plaza de la  Merced⤵️













PLAZA DE LA MERCED - EL LAGO

, y las gentes del lugar siguen llamándolas por el nombre que sus mayores le transmitieron.
Sirva como ejemplo la calle Sagasta, que es Jabonerías (también llamada calle de los Padres), la plaza de los Carros es la plaza de Alcolea. Caso similar ocurría con la calle del Beneficiado del siglo XVI, nombrada posteriormente del Olmo, a mediados del XVIII en la documentación municipal aparece como Duque de Osuna, en 1912  a raíz del asesinato del Presidente del Consejo de Ministros se acordó darle el nombre de Canalejas, pero pese a tantos cambios la gente seguía llamándola calle del Cañón, su nombre actual, como reminiscencia de una vieja pieza de artillería que el Concejo Municipal colocó al final de la calle a últimos del siglo XVII.
La actual plaza de la Merced, ha tenido también una amplia variedad de denominaciones: Esta plaza en 1632, era conocida como "Plazuela de San Diego", dado que el espacio donde estaba construida se denominaba "Arrabal de San Diego", es decir, el terreno comprendido desde la muralla de los Austrias hasta el Convento de San Diego, edificado en 1606. Esta zona era conocida a finales del s. XVI como “Hoya de Heredia”.
Plano 1598 Leopoldo Sánchez y Joaquín Alcaraz
Como digo, en 1632 la municipalidad deseando tener una gran plaza pública, en esta zona compra casas y solares, allanando y rellenando el terreno, y crea una plaza con una fuente pública que se surtía del cercano manantial de San Juan. 
En una reunión del Cabildo Municipal Cartagenero del 17 de septiembre de 1708, se leyó un escrito del Obispo de Cartagena, Cardenal Belluga, donde recomendaba una petición de los religiosos del Hospicio de San Julián, para trasladarse a unas casas de su propiedad en la citada plazuela de San Diego, y evitar la posibilidad de ataques de corsarios o berberiscos. Concedió el Ayuntamiento su licencia para este traslado, fundando ese mismo día, los religiosos citados, el Convento de Nuestra Sra. de la Merced. La plaza que quedó, tomo este nombre, donde celebraba Cartagena la feria de agosto, y a partir del año 1854 dicha feria fue trasladada a la plaza de San Francisco.  

1784 según Zappino de Esteve
Al proclamar las Cortes de Cádiz la Constitución, el año 1812, una Real Orden mandaba que todas las ciudades, villas y lugares de la nación, llamaran a su plaza principal "de la Constitución". La plaza de la Merced era donde se había dado a conocer el nuevo Código, y se colocó una tabla con el nuevo nombre. Pese a ello, el pueblo seguía llamándola "de la Merced". En 1814 dicha tabla fue rota a balazos y quemada. Al proclamarse por segunda vez la Constitución tras el alzamiento de Riego, los vecinos solicitaron al Ayuntamiento se colocara una placa conmemorativa, accediendo la Corporación el 19 de Marzo del mismo año. En 1823 se deroga la Constitución por segunda vez, cambiándose de nuevo el nombre por el de "Plaza Real". El cambio de placa se tuvo que hacer con nocturnidad, para evitar que los constitucionales pudiesen organizar algún motín. 
En 1834, una revuelta popular destroza la lápida con el nombre de Plaza Real, y el uno de enero del año siguiente, el Gobernador Militar ordenó que se aplicara el nombre de "Isabel II" a la plaza múltiples veces bautizada. El pueblo no aceptó tal denominación, y siguió llamándola de la Constitución y otras veces de la Merced.

Antigua Casa de Expósitos, hoy desaparecida
En 1857 quedó constituida la Casa de Expósitos en esta plaza, sustituyendo a la Casa de Recogidas del siglo XVIII, donde por medio de un torno se depositaban a los niños abandonados.
Corría el año 1864, cuando el Ayuntamiento proyectó instalar en el solar del desaparecido Convento de Padres Mercedarios un teatro, pero sólo fue eso, un proyecto, y autorizó en cambio la instalación de un circo de títeres, almacenes y un reñidero de gallos.
En 1873, queriendo el Ayuntamiento conmemorar la actual forma de gobierno, La República, acordó llamarla "Plaza de la República Federal" (para siempre jamas, aparece en el acta).
Con motivo de la Revolución Cantonal entre 1873 y 1874, esta plaza tambien sufrió los bombardeos por parte de las tropas del general López Dominguez, antes de la rendición de la ciudad.

1874 Plaza de la Merced tras los bombardeos de las fuerzas Centralistas
A finales de la década de 1870, se transforma la plaza en un bello jardín, según proyecto del ingeniero jefe de los Plantíos y Jardines de Madrid D. Eugenio de Garagorza, con una pequeña balsa central. El cartagenero que siempre busca cambiar el nombre a las cosas, la bautizo con el nombre de "Lago Salado" (de donde procedería el nombre más comúnmente conocido "plaza del Lago"). 
Tras estos avatares, volvio a recibir su antiguo nomnbre "de la Constitución".
En 1880, se demolieron los restos del antiguo monasterio de Mercedarios, y se construyó una plaza de abastos, mercado de aves y pescados, propiciada por el industrial D. Ricardo Spottorno. que a raiz e la desamortización de los monasterios, habia adquirido el solar en subasta pública.

1912 Plano de Julián Saez
Cuando esta quedó sin uso, sirvió más tarde para instalar una sala cinematográfica, el Gran Salón Sport, y posteriormente bautizada como Cine Central. 


Patio de butacas del Cine Central
Tras la Guerra Civil, esta plaza se rebautizo con el nombre del fundador de Falange Española "plaza de José Antonio". Al pasar varios años tras la instauración de la democracia, volvio a recibir su primitivo nombre PLAZA DE LA MERCED.
Hay en esta plaza, un edificio del arquitecto Tomas Rico Valarino, conocida como la casa de Celestino Martínez

1900 Casa Celestino Martínez
Según los expertos, dicen que esta obra fue clave para la difusión del modernismo en la Región de Murcia. La fachada es un enlace de piedra, ladrillo y cemento visto; sin olvidar el clásico balcón y mirador, pero en los laterales de este se observa la adopción de una forma cóncava, novedad que se impondría en otros edificios de Cartagena. Es una curiosidad el enorme rosetón que culmina el mirador del tercer piso.


 1901Palacio de Aguirre
En 1901 se termino de construir en la esquina con la calle de San Diego, la casa-palacio para el rico minero Camilo Aguirre, que posteriormente, tras la contienda civil de 1936-39 acogió la sede del Frente de Juventudes y la emisora-escuela Radio Juventud de Cartagena. En la actualidad es sede del Museo Regional de Arte Moderno. 



También tiene esta plaza un monumento, inaugurado el cuatro de abril de 1926, dedicado al Comandante Villamartín (Cartagena 1833-Madrid 1872), obra del afamado escultor José Capuz.

El cartagenero Francisco Villamartín Ruiz de la Peña, que llegó al grado de comandante, tras una amplia experiencia castrense, obtenida no sólo en el campo de batalla (fue herido en 1856, cuartel de San Pablo, Barcelona) también como escritor especializado en temas militares ("Nociones del Arte Militar", "Historia de la Orden de San Fernando", "Historia de las Ordenes de Caballería", "San Lorenzo del Escorial", etc.), publicando asimismo gran cantidad de artículos en periódicos militares y políticos; fue nombrado Caballero de la Orden de Carlos III, como recompensa por sus escritos militares.
Esta plaza tuvo un gran ambiente, sobre todo las tardes de los domingo, al estar ubicada en ella la delegación del Patronato de Apuestas Mutuas Deportivas Benéficas, en la conocida “Bodega Juanito” regentada por D. Juan Pérez Iniesta, y en su fachada se colocaba una gran pizarra donde iban apareciendo los resultados de los partidos de futbol jugados en la jornada del domingo, y la correspondiente quiniela del boleto 1-X-2. 

4 de marzo de 1962, quiniela 1-X-2
 En la esquina con la calle del Duque, estaba la “cafetería Puerto Rico”, donde solía reunirse la afición del Efesé (Cartagena FC) antes de su partido en el estadio del Almarjal , viéndose una procesión de aficionados ascender por esta plaza hacia la calle de San Diego dirigiéndose hacia el estadio blanquinegro. 
En la acera sur, ejercían su trabajo varios betuneros, y de niño me acuerdo cogíamos los envases metálicos grandes de betún vacíos que tiraban, y tras taparlos nos poníamos a jugar a “la lata”, como si fuera una pelota. 
Había una gran palmera, por su altura de 31 metros y medio, que se mecía enormemente los días de viento; me acuerdo de pequeño quedarme asombrado, al ver cuando subían a su copa para podarla, y el hombre encaramado hacia esfuerzos para no caerse, mientras tanto un guardia urbano apartaba a la gente de los pies de la palmera para no recibir el impacto de las hojas que caían. Un 31 de octubre de 2004 a consecuencias de un fuerte viento huracanado, la famosa palmera con dos siglos de existencia, fue abatida partiéndose su largo y delgado tronco. 

La vieja farola central en la actualidad
 La plaza tenía mucho ajetreo de viandantes, habían muchos comercios que la rodeaban, recuerdo Viajes Egea, con Anita vendiendo los billetes para Cabo de Palos, y las cercanas playas del Mar Menor. La casa de huéspedes o pensión La Valenciana, los quioscos de prensa de Carmelo y de Miguel. Enfrente del Cine Central estaba el quiosco de la familia de Plácida. 
Y hay un precioso evento que se repite todos los años en esta antigua plaza, el tradicional encuentro de la madrugada del viernes santo marrajo, siendo muchas veces imposible presenciarlo dada la enorme cantidad de público que desea estar presente. 







1960 kioscos de prensa y helados

1969 Cambio de estilo de los kioscos
Pero pese a todos los nombre que ha tenido este lugar, esta plaza seguirá siendo “El Lago” para los cartageneros.



 Bibliografía:
- Cartagena y su entorno. Isabel Olmos Sánchez. 1989.
- Historia de las calles de Cartagena. Federico Casal. 1930.
- Cuentos de Cartagena. J. Mediano Duran. 1988.
- Cartagena 1874-1936. F. Javier Pérez Rojas. 1986.
- Cartagena ciudad mediterránea. Manuel Ponce Sánchez. 1998.
- Ermitas y cosas de Cartagena. Ernesto Ruiz Vinader.
- Crónicas cartageneras para el siglo XXI. José Monerri Murcia. 2003.
- http://www.salganando.es
  1. LOS NOMBRES QUE TUVO: En 1606 > San Diego
  2. En 1708 > Nuestra Señora de la Merced
  3. En el siglo XVII> Hoya de Heredia 
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Para variar un poco  he decidido acercarme a los faros de Navidad , el de la Curra y por el de Cabo de Palos

 Faro de la Curra
Faro de la Curra o de San Pedro
 de color verde igual
que sus destellos,
antes donde ahora  está el faro
existía la Playa de San Pedro,
el faro lleva el nombre de la mujer
del ingeniero que lo construyó
en homenaje a ella
 porque era muy buena
y cariñosa con los que estaban
 trabajando
  siempre les llevaba
 algo de comer
 y de beber;
 el Faro de Navidad
 sus destellos son de color
rojo al igual que el color
del faro
 ambos siempre están señalando
 y saludando
a los barcos
 pequeños o grandes
veleros
 o buques de la marina
fragatas, dragaminas...
que entran o salen
de nuestro puerto.
Faro de Cabo de Palos
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CALLE LAS BEATAS
Como nombre anterior constaba Carreron de las Beatas
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Continuó mi recorrido dando pequeños saltos como los saltamontes de un lugar a otro de una calle a un faro haciendo variado y entretenido el transcurso del tiempo está vez de la Calle las Beatas he dado un brinco hasta el faro de Cabo Tiñoso para contemplar desde ahí el bello horizonte que junto con el murmullo del agua me voy remando a la par que soñando despierta junto con mi imaginación que voy navegando surcando las aguas de la costa de Levante haciendo parada y fonda.
FARO DE CABO TIÑOSO que está a unos 15 km del suroeste del Puerto de Cartagena.
Después de haber estado un buen rato largo y extendido contemplando  y relandome para descansar del ajetreo de la ciudad vuelvo de nuevo a Cartagena, primero en coche y luego continuando el recorrido de algunas de sus calles  en bicicleta  pasando por  la calle Cuatro Santos

Calle de los Cuatro Santos
Que en el año 1500 se denominaba C/ Jusepe Pérez 
C/ Juan Pérez Pica
C/ de Sola( desde la calle del Aire a la Calle Jara)
C/ Ginés Díaz ( desde la calle Jara a la Plaza San Ginés)
Cuatro Santos( a la zona donde están las hornacinas)
Cuatro Cantones( a la zona donde están las cuatro hornacinas)
En  1745 se le llama a toda la Calle de los Cuatro Santos








Continuó mi largo e interesante a la vez que entretenida y curiosa excursion poniendo rumbo a otro faro, esta vez sera en dos transpirtes diferentes cohe y barco y otro en el coche de San Fernando un poquito a pie y otro caminando está vez hacia otro faro de la Isla Hormiga que sirve de apoyo al de Cabo de Palos que esta a 25 millas de distancia.
Otra vuelta de zinc zas para continuar con los nombres de los barrios de este encantador lugar
CAMBIO DE LOS NOMBRES DE BARRIOS Y DE ALGUNAS CALLES 1939
Continuó mi recorrido por las calles de Cartagena en el pasado
CALLE MACARENA
A mediados del S.XVII se llamaba  de Juan Soto, dicha calle conducía desde el arrabal de la Serreta  a las estribaciones del Monte Sacro. A mediados del siglo XVIII ya figura como Carretón de la Macarena, hoy en día se encuentra en plena remodelación afectada por la urbanización de la zona.
Calle Macarena⤵️
CALLE PARAÍSO⤴️
Se accedía por medio de una escalinata  a la zona del Molinete   desde la calle Honda. Actualmente se encuentra en el entorno de un intenso sondeo arqueológico.
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CALLE CRUCES
Calle o mas bien callejón situado en la zona del cabezo de la Cruz (Despeñaperros) y que enlaza las calles de Herreros y Lagueneta, conocido durante algún tiempo como de La Cruz.



Se forma a mediados del siglo XIX, cuando se urbaniza la ladera norte del citado cabezo según un proyecto del siglo anterior por el que se constituye el barrio d San Crispin, y a esta calle se le denominaba San Leandro, pero finalmente tomó el nombre del cabezo. Hoy ha experimentado una profunda transformación como consecuencia de la nueva urbanización residencial llevada a cabo   en el centro de la Universidad











CALLE DE LA CRUZ
Calle Cruz
Es una calle corta y angosta por la que se accedía  a ella desde  la Puerta de Murcia, mediante una escalinata a la calle de la Morería Alta, ya desaparecida y actualmente cerrada al tránsito por una reja. Por ella bajaban las aguas de la lluvia procedentes del Molinete que perjudicában en extremo al mercado establecido en la Puerta de Murcia



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LAS CINCO COLINAS DE CARTAGENA
Desde la plaza de toros de Cartagena como lugar de inicio de la ruta,  al próximo Cerro de Despeñaperros, primera colina de la ruta. Estamos dentro del Barrio Universitario, por lo que entre las nuevas Facultades y sus jardines llegamos  a la base suroeste del cerro, donde por una empinada cuesta se deja ver un sendero que nos lleva al antiguo camino de acceso de la fortificación y derruido en su parte más baja.
Esta es sin duda alguna la mayor dificultad que tiene la ruta, se trata de una pequeña subida que con tierra suelta se hace más engorrosa, 

En el camino  podemos observar los restos de piedras de la antigua fortificación, destacando un gran deposito de agua,  La cumbre esta invadida por los matorrales, haciendo muy difícil ver cualquier resto de las edificaciones que allí hubo. Las vistas no te defraudaran, uno se enamora  con una panorámica de la ciudad desde ese punto de vista , y se puede desplazar a los más recientes de las revueltas cantonales, y de  la visión  que los vigilantes de las puertas de la ciudad de aquellas épocas  tenían ante sus ojos. 
Si algo hay que destacar es el magnifico estado de la muralla que rodea el cerro,
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CALLE SAN DIEGO
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Cuesta de la Baronesa⤴️
Que con el paso de los años  tuvo varios nombres:
Cuesta de Junero, o de Clemente o simplemente calle que va a la Iglesia Mayor. En el S.XVIII se llamaba calle de las Gradas, debido a los  escalones construidos para suavizar la,pendiente de subida. A partir de 1829 paso ha llamarse Cuesta de la Baronesa,  porque en ella residía la Baronesa del Monte y condesa de  Vía Manuel.
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Ahora visitaré el otro faro con su fuerte de la costa de Cartagena que es el Faro y bateria de la Podadera
Para continuar rumbo a la ciudad desplazándose primero en barco y luego caminando por la ciudad hacía la calle San Antonio El rico
SAN ANTONIO EL RICO
Situada en la ladera sur del monte Sacro sirve de enlace  entre las calles Caramel y del Rosario.
En un principio se llamaba del Refinador del Salitre por vivir en ella el maestro salitrero Serafín Permas
 Calle San Antonio el Pobre
 SAN ANTONIO EL POBRE
Sirve de enlace entre las plazas de San Francisco y de San Gines de la Jara. Cuando no existía esta calle  discurrirá por ella y con la misma alineación  la muralla que bajaba del Castillo de la Ciudad.
Cuando se construyó el convento de San Francisco, el espacio que comprendía entre la fachada este  y la Muralla en toda su longitud, paso a llamarse Calle del Adarve  desde  desde la Puerta de San Gines hasta el Molinete, al desaparecer las murallas, a mediados del siglo XVIII, comenzó la urbanización de la zona y paso ha llamarse  Callejon de San Antonio el Pobre , en ella existe un cuadro con la imagen del santo que se alumbra de noche con un farol. En el S.XIX fué sustituido por un nicho con la de piedra.

↩PORTERIA DE LAS MONJAS Calle muy empinada por la que desde la calle Príncipe de Vergara se accede a la plaza de la Condesa de Peralta. Subiendo más de una docena de escalones. Tiene dicho nombre por estar enfrente a la portería  del Convento de la       Purísima   Concepción.
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  ↩ SAN ANTONIO           
Subida corta y de pronunciada pendiente  que conduce a la Puerta de Murcia  a la Morería Baja, recibió este nombre por haberse edificado  en ella a principios del S.XVII una pequeña ermita bajo la advocación de este Santo, tras el incendio  sufrido en la fábrica de la pólvora de la casa del Rey  en el mes de noviembre del año 1600.
En la fachada de sus casas se colocó  una hornacina con la imagen  del Santo y de noche se encendía  un farolillo que servía  de iluminación en el entorno.        
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CALLE DEL ARCO DE LA CARIDAD












CALLE DEL ARCO DE LA CARIDAD

Es curioso que una calle tan conocida con este nombre, nunca tuviera un arco, quien sí lo tenia era su vecina calle, la actual San Vicente, llamada anteriormente Caridad Vieja, pero eso lo veremos un poco más adelante.
La calle del Arco de la Caridad, comunica la Glorieta de San Francisco con la Calle de la Caridad. A principios de 1700 se le llamaba “Carrerón que sale desde la calle del Adarve a la de la Caridad” (*), más tarde, en 1731, aparece con el nuevo nombre de calle de Juan Soto.
En 1710 se comenzó a construir el nuevo Hospital de Caridad en el barrio de la Serreta, junto a lo que es hoy la actual Iglesia de la Caridad. La parte trasera del nuevo edificio daba a la calle Caridad Vieja, y en la acera de enfrente de esta calle, se encontraba el inmueble que contenía los utensilios de la tropa de guarnición, que llegaba hasta la calle del Adarve, también estaban las caballerizas para los coches fúnebres, cuyos servicios prestaban al Hospital (**). Este edificio era propiedad de la Congregación hospitalaria, que lo había recibido como donativo en una herencia.

Construido el ancho arco, y su pasadizo encima, ya estaban unidos, por tanto, los dos edificios propiedad del Hospital, la calle dejó de llamarse "Juan Soto" para ser denominada del Arco de la Caridad. Toda la acera izquierda de esta calle eran dependencias del Hospital, aunque como decía anteriormente, el arco estaba en la calle de la Caridad Vieja, actual calle de San Vicente. 
estampas que dibujó sobre los buques de guerra que componían la Marina Real Española. La academia se trasladó por ruina del edificio en 1827 a la Compañía de Guardiamarinas en la Muralla del Mar. Desde 1508 existía el cargo de Piloto Mayor en los barcos de su Majestad, Por Real Orden de 23 de octubre de 1846 se declara a extinguir el Cuerpo. Los primeros pilotos que poseían informes favorables ingresaron en el Cuerpo General como alféreces de navío con la antigüedad de sus nombramientos.
Durante la insurrección cantonal de 1873-74, en el asedio que sufrió Cartagena, uno de los proyectiles cayo en esta calle, destrozando la casa marcada con el número 10. reconstruida posteriormente, y donde tuvo su sede la compañía de seguros La Catalana.
Plano de Julián Saez de 1912, donde se aprecia el arco que unia los dos edificios A y B.
Hasta su desaparición en 1953, la gente al pasar bajo el arco notaba el eco que producían sus pasos, y este resonar era aprovechado por las murgas en la época de carnavales, ya que aumentaban los sonidos de sus charangas.
También más de una vez sirvió este arco de refugio para algún trono y sus penitentes en época de procesiones, cuando se presentaba una lluvia inoportuna.

Arco que unia los dos edificios, la calle San Vicente al fondo.
Tras la pasada Guerra Civil de 1936-39, el Hospital se trasladó a su nuevo emplazamiento al barrio de Los Barreros, más amplio y saludable por el jardín y arbolado que lo rodeaba.
Desapareció el arco, y derribado el hospital, de los dos nuevos edificios, el colindante con la calle del Adarve fue ocupado por el Servicio de Correos, trasladándose desde su anterior emplazamiento de la plaza de San Francisco, y el otro para oficinas y consultorios médicos del antiguo Instituto Nacional de Previsión.
Unos de los establecimientos de esta calle era una panadería-confitería, siendo Mari Carmen la responsable de atender a los clientes, siempre con su sonrisa afable, lloviera o tronara. Causa de que los empleados de Correos, específicamente los ambulantes, la nombraran su madrina el 16 de mayo de 1969, agradeciéndole en un simpático acto, la amabilidad que Mari Carmen siempre tenia con ellos cuando se aprovisionaban de pan y otras viandas, antes de emprender el regreso a Madrid en el vagón postal.
En esta calle entre otros establecimientos estaba Radio Peñalver, aunque sólo tenia el escaparate, hacia esquina con la Glorieta de San Francisco por donde tenia su entrada a la tienda; un estanco, que cuando habían colas en las oficinas de Correos (antes se enviaban más cartas que ahora) a él también se le formaba una buena fila para comprarle sellos.
Estaba el tapicero Estrada, la relojería de Castillo, un pequeño bajo donde Emilio Vidal restauraba imágenes, una zapatería, la sala de billares que se había trasladado desde la calle del Aire, y haciendo esquina con la calle de la Caridad, una sucursal de la desaparecida Caja de Ahorros del Sureste de España, que posteriormente cedería el lugar a un bar.
En la pared del Hospital había una piedra con una cruz encima, colocada en una especie de hornacina, desaparecida cuando se trasladó el hospital y se construyó el nuevo edificio. Federico Casal en su articulo “La piedra del hospital de Caridad” publicado por "El Noticiero" el 18 de noviembre de 1943, relata un hecho que sucedió en el último tercio del siglo XVIII, que por su curiosidad lo transcribo:
Se estaban haciendo obras en el hospital, para las que un donante anónimo había dado una importante cantidad. Un joven sosteniendo un anciano, al parecer enfermo, que difícilmente podía andar. entraron a la calle del Arco de la Caridad por la actual plaza de San Francisco. Al llegar a un lugar donde había un montón de piedras, el anciano, ayudado por el joven, se sentó en una de ellas para descansar, y, momentos después, dándose cuenta del sitio en que se hallaba, comenzó a llorar.
- ¿Por qué llora Ud. padre?¿Siente algún dolor?.
- Lloro porque recuerdo, y de esto hace muchos años, que conducía yo a mi padre a este hospital, como tu haces ahora, y en este mismo lugar se sentó, y cuando descansó, lo llevé al hospital, en el que murió a los pocos días.
Quedó el hijo pensativo unos minutos, y replicó:
- Seque Ud. esas lagrimas, no llore más, padre mío, olvide el recuerdo de aquel pasado que no se va a repetir porque nos volvemos a nuestro albergue y Ud. no se muere en el hospital. Pido a Dios y a usted perdón por lo que he pretendido hacer, y porque me he horrorizado al pasar por mis mientes que mis hijos hicieran conmigo, lo que usted hizo y lo que yo iba a hacer.
- No, balbuceo el anciano, sois pobres.
- No hablemos más. Descanse el tiempo que quiera y nos volvemos a casa en la que nada le faltara aunque tenga que vender todo, menos su cama.
Al poco levantóse el enfermo, se abrazaron cariñosamente y por el mismo camino volvieron a su domicilio.
Presenció la enternecedora escena, el maestro albañil que hacia la obra, y al otro día, la piedra donde estuvo sentado el anciano, la colocó como piadoso recuerdo en el lugar donde todavía se conserva y que desaparecerá cuando se hagan las obras…
Añade Casal: Mala acción cometió el anciano con su padre y mala iba a cometer su hijo con el suyo: escuchar bien y no lo olvidéis, los buenos hijos no deben abandonar nunca a sus padres por ancianos o enfermos que estén porque Dios no perdona tal falta, y recordar aquello de ¡honrarás a tus padres como a ti mismo!(*) Viene detallado este nombre de la calle, en los Padrones de la sal de esa fecha. 
En España, como en otros países, la sal estaba sujeta al estanco o monopolio, y se vendía exclusivamente por cuenta del Rey. Este impuesto aportó en 1785 unos 16 millones de reales, el precio fue en aumento y supuso en 1789 cerca de 59 millones de reales.
La sal era un articulo de primera necesidad, no sólo por su utilización como condimento, sino para preservar los alimentos haciéndolos más duraderos en el tiempo. El precio era el mismo para toda España, excepto en los puertos que se admitía alguna rebaja por los salazones. El consumo de sal era muy alto, las salinas de Andalucía y de otras zonas no daban suficiente producción para servir la demanda, teniendo el Reino que importarla de Portugal.
Para controlar el reparto de la sal en los diversos municipios, se hacían padrones de ellos y sus moradores, asignándose a cada zona la cantidad pertinente. El Rey podía ceder el control de este monopolio en contrata o concesión a un particular, o en casos especiales a algún eclesiástico o noble.
(**) Isidoro Valverde recordaba que «al alcalde Torres debe Cartagena la dignificación de los entierros de los pobres, que con anterioridad se hacían en un carro-volquete pintado de negro y tirado por una caballería, lúgubre institución a la que los jocosos cartageneros llamaron La Pepa». 
Bibliografía:
- Archivo Municipal de Cartagena. Hemeroteca.
- Historia del Santo Hospital de la Caridad. José Sánchez Martínez.
  Universidad de Murcia, Departameto Ciencias Sociosanitarias. 1998
- Fotos archivo personal autor.
- Galería biográfica de artistas españoles del siglo XIX. Ossorio y Bernard. 1868.
- Wikipedia.
- Hemeroteca "La Verdad"
- Las calles de Cartagena. Federico Casal. 1930.
- Gaceta de Madrid 1807
- http://www.mgar.net/var/pilotos.htm


















Antiguamente en Cartagena ponían el nombre de un vecino a las calles.
En el siglo XVIII se llamaba  C/ Juan Soto que proporcionaba el enlace entre el convento de San Francisco y el oratorio  del Hospital de la Caridad.

El 23 de agosto de1777 el Ayuntamiento le concede  la autorización  para construir un pasadizo elevado que comunicase con las salas de los enfermos de la Calle de la Caridad  con las nuevas que proyectaba construir en un viejo edificio situado en la calle del Darve , que era un  *almacen de  utensilios que hasta entonces estaba  separado por la calle de la Caridad Vieja  que actualmente se llama San Vicente , en la segunda mitad DEL s. XVIII .
Las obras deasadizo terminaron en el año 1780 que estuvo en pie hasta el año 1946 que la derribaron .
* .- Dicho edificio estuvo ocupado en los s. XIX y XX , por una academia de pilotos .

 .- Almacén de la Cofradía Marraja,  desde que hacían los traslados  a la Iglesia de Sant o Domingo el martes Santo, un recuerdo significativo es el traslado de  Piedad el Lunes Santo de 1930.
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Calle Carreteros
En 1706 Calle de Caridad Vieja


Cartagena tiene una calle dedicada a su Patrona, la Santísima Virgen de la Caridad. La calle comprende desde la plaza de Risueño a la de la Serreta, y desembocan en ella, por la derecha, las calles del Ciprés, San Cristóbal la Corta y Villalba la Corta; y por la izquierda, la del Caballero y la del Arco de la Caridad.

El lugar ocupado por esta calle y las que se extienden hacia el este de la población fueron terrenos de labor limitados por las antiguas murallas. Comenzó a poblarse a últimos del siglo XVI, acrecentándose más las edificaciones a partir del segundo tercio del siglo XVIII. A últimos de esta centuria aparece con el nombre de calle de Carreteros y con el de Caridad Vieja en 1706.

Edificado y ampliado el Hospital de Caridad, cuyo templo comenzó a construirse en 1893, tomó el nombre de Caridad. El proyecto del templo fue obra del Hermano mayor del Santo Hospital de Caridad, Eduardo Tallaríe Ametller, inspector de primera clase del Cuerpo de Ingenieros de la Armada. La iglesia la bendijo el obispo de Cartagena Tomás Brián Livermore y se consagró los días 8 y 9 de septiembre de 1893.

Isidoro Valverde, en Cartagena entrañable, dejó escrito que el grupo de la Santísima Virgen de la Caridad llegó a Cartagena en el navío francés Nuestra Señora de la Gracia y Pequeño Fénix el 17 de abril de 1723, donado por Francisco Irsino al Santo y Real Hospital de Caridad que fundó el marino de galeras, de Rute (Córdoba), Francisco García Roldán.

La calle de la Caridad que, por supuesto, goza del privilegio de ser la vía urbana a la que dio nombre la Patrona de Cartagena y en la que está ubicado su hermoso templo, es de esas calles que, aunque el casco histórico está experimentando una notable transformación, todavía conserva ese característico ambiente de la antigua ciudad. 

En ella, en un inmueble marcado con el número 3, nació el 13 de febrero de 1802 Benigno Risueño de Amador, que poco más adelante tiene plaza a su nombre y en cuyo edificio una placa conmemora su venida al mundo. Precisamente en la esquina de la plaza con la calle estuvo durante 51 años José Nieto con su establecimiento La Muñequita. Enfrente, y alternando con la calle del Caballero, se halla el Edificio Moreno, con jardín, construido por Carlos Mancha en 1877. Están la relojería de Soto, una administración de lotería y un bar. 
En la esquina de la calle del Ciprés estuvo el almacén de aceite de Ros, la joyería de Guillén, el establecimiento de Hermógenes Gómez; en la acera de enfrente, la Cristalería de Ginés Rodríguez, los muebles de Martínez Conesa y en la esquina con Arco de la Caridad, un bar cuyo edificio ocupó antes una sucursal de la entonces Caja de Ahorros del Sureste de España. 
Hospital de CaridadEnfrente, la juguetería de Botía, y siguiendo hacia la iglesia, un establecimiento de modas, un zapatero apellidado Pelegrín que ocupaba un bajo, y un bar llamado Pepe, ya esquina con la calle de Villalba la Corta, donde alternaban los funcionarios del entonces Instituto Nacional de Previsión que estaba enfrente. 
Ante la entrada principal del templo había una droguería, el establecimiento de comestibles de Marín, que pasó a ser de recuerdos, y el de Pedro, que ocupó la fotografía de Damián, colindando con la plaza de la Serreta.
La calle guarda celosamente mucha historia y muchos acontecimientos. No en balde estuvo en ella tantos años el Santo y Real Hospital, que tiene a gala ser mantenido por el auténtico amor de los cartageneros.

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La plaza del Rey

En 1738 Plazuela del Rey
1767 Plaza del Rey
En  Sesión municipal de 18/1/1821 Plaza Nacional 
En sesión municipal del 20 /X/1868 Plaza de la Soberanía Nacional 
En 1917 Plaza de la República y al finalmente Plaza del Rey. 

















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CALLEJÓN ALMENDRO
Callejón sin salida que  se formó  con una rinconada del antiguo convento de la Compañía de Jesús, en un principio servia para servidumbre de carácter privado, conocido como de los ingleses, por vivir algunos de los  constructores de esta nacionalidad que habían llega-
do  a Cartagena con motivo de las Construcciones en el Arsenal.
El ingeniero Mateo Vodopich fue propietario de varias viviendas que daban a este callejón. Una vez urbanizado en el año 1887  tomo el nombre de El Almendro, debido a un frondoso árbol de esta especie, que existía en sus inmediaciones.
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CALLE ANGEL






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CALLE CRUCES

       

       CALLE CRUCES
Es el callejón que esta situado en la zona del Cabezo de la Cruz que ahora se llama Despeñaperros, unía las calles de los Herreros con la de Lagoneta  que se conoció durante bastante tiempo  con el nombre de la Cruz
Se forma a mediados del siglo XIX , cuando se empezó a urbanizar la ladera norte del Barrio de San Crispín que ahora en la actualidad se llama San Leandro  pero finalmente tomó el nombre del Cabezo.
En la actualidad ha cambiado mucho por la nueva urbanización residencial llevada a cabo en el entorno de la Universidad.                      







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LA ALAMEDA DE SAN ANTONIO ABAD

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CALLE BALCONES AZULES
Se le llamo Balcones azules porque debido a que sus vecinos pintaron los balcones con tono muy subido de color azul .
Permanece en ella el recuerdo del colegio Politécnico  San isidoro de primera y segunda enseñanza allí establecido
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CALLE SAN CRISPIN 
Se formó a finales del S.XVII en la ladera Norte del Cabezo de la Cruz que genero la urbanizacion del Arrabal de San Diego.
Pasando ha llamarse  carreron del refugio. En el S. XVII  se erigió la cofradía de San Crispín al pie del Cabezo de la Cruz en la ermita que lleva el nombre del Santo, que es el patrón de los zapateros.

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 CALLE GLORIA

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 CALLE PALAS
La calle de Palas tiene una curiosa historia porque llevó el nombre de dos heroicos hermanastros militares y hasta tuvo una lechería con establo de vacas. Esta vía urbana enlaza la calle de los Cuatros Santos con plaza de San Francisco, Campos y San Francisco. En un principio fue un carrerón llamándosele calle del Gobernador. Como recuerda Federico Casal, por el año 1780, tenía el domicilio en ella un rico propietario llamado Juan Palás, y de su patronímico había tomado ya el nombre de calle de Palás, y de Palas -sin el acento- como está rotulada. En 1810, su hija María Joaquina Palás, casada con Eugenio de Torres, teniente de navío de la Armada, incoó en el Ayuntamiento un expediente de hidalguía con el objeto de recobrar para sus hijos el estado de hijosdalgos. Antes del citado año, en su casa ya desaparecida, colocó sobre la puerta el escudo de armas en el edificio número seis.
En el Cabildo municipal celebrado el 6 de octubre de 1909, el alcalde José Antonio Sánchez Arias dio cuenta a la Corporación de la muerte heroica del capitán Antonio Ripoll Sauvalle, hijo de Cartagena, que sucumbió gloriosamente en el combate de Zoco de Jemis en los campos de Melilla, y recordó que en los de Cuba, en otra heroica acción, murió también gloriosamente un hermano de Ripoll, el teniente Eduardo Milvain Sauvalle, cuya memoria debía honrarse, a cuyo fin propuso que a la calle de Palás, en la que nacieron, se la denominase en adelante calle de Ripoll-Milvain, y así se acordó por unanimidad.
Antonio Ripoll y Sauvage nació en Cartagena el 22 de enero de 1881. Entró en la Academia Militar de Toledo el 29 de agosto de 1895 y obtuvo el empleo de segundo teniente el 21 de diciembre de 1896. Un año después fue destinado, a petición propia, al Ejército de Filipinas donde brilló por su valor. También a petición propia, fue agregado a la tercera Compañía del segundo Batallón que prestaba servicio de trinchera en la línea avanzada de blokaus sosteniendo fuego diariamente contra el enemigo, hasta el 13 de agosto de 1898, en que fue herido de bala en la muñeca izquierda, lo que le ocasionó la pérdida del antebrazo. Se le colocó una mano de aluminio que llevaba enguantada. Por ello, se le conoció como 'El capitán de la mano de plata'.
Por su comportamiento en la defensa de Manila, se le concedió la cruz roja del Mérito Militar. El 7 de agosto de 1898 había alcanzado el grado de primer teniente. Embarcó para la Península como inutilizado en campaña, concediéndosele el empleo de capitán por su valeroso comportamiento y herida.
Llegado a la Península, consiguió continuar en la escala activa, siendo destinado a Cartagena hasta agosto de 1909 en que, a petición propia, fue destinado a Melilla, al Batallón de Figueras, y mandando la cuarta Compañía, en heroica acción, halló la muerte en el Zoco el Jemis de Beni-Bu-Ifrur (Melilla), al recibir una descarga el 30 de septiembre de 1909. Tras su fallecimiento fue ascendido a comandante, concediéndosele la Cruz Laureada de San Fernando.
Caído en Cuba
Eduardo Milvain y Sauvage nació en Cartagena el 20 de junio de 1871, ingresando en la Academia General Militar en 1891 y ascendió a segundo teniente el 10 de julio de 1894, siendo destinado al Regimiento de Sevilla, de guarnición en Cartagena. Al iniciarse la insurrección de Cuba fue destinado al Batallón de Alcántara, uno de los primeros que salieron de la Península para sofocar aquélla. Pronto se dio a conocer por sus condiciones militares y cualidades particulares. Obtuvo el mando de la guerrilla montada del Batallón, cuyo cargo dejó para tomar el de la sección de tiradores del mismo Cuerpo. Durante veintiún meses que estuvo en la campaña fue galardonado con tres cruces rojas del Mérito Militar y dos pensionadas de la misma orden. Por los méritos contraídos en la acción de Manguaco se le ascendió a primer teniente. Fue herido en acción de guerra en diciembre de 1895 y murió sobre el campo de batalla en Ribera de Veguita, defendiendo un convoy el 16 de diciembre de 1896. Contaba veintitrés años.
No podemos omitir en la historia de la calle de Palas la existencia en ella de la Lechería Suiza, una lechería con vacas. Estuvo en el centro por los años 30. Isidoro Valverde, en su "Cartagena entrañable", dejó escrito: «Cuando en Cartagena los sanos tomaban leche de cabra y los enfermos leche de burra, la Lechería Suiza marcó el camino del progreso expidiendo leche de vaca auténticamente helvética». Las tres o cuatro vacas estaban en un establo al final de la lechería. En los escaparates podía verse platos de arroz con leche, natillas, mojicones y flanes. Algo increíble en los tiempos que vivimos, pero que es una nota muy típica de esa Cartagena que se nos fue.
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Se forma  como consecuencia del Plan del Ensanche , Urbanización y Saneamiento, el tramo de la calle  n5  en la zona del Ensanche a la izquierda ( Oeste) de la Alameda de San Antonio Abad


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PLAZA REINA MARÍA CRISTINA


El 15 de noviembre de 1929, la plaza fue proyectada
al final de la Alameda de San Antonio Abad.
El 12 de septiembre de 1930  se acuerda
darle el nombre de 13 de Septiembre.
En 1970  se coloca en el centro de la Plaza
 un escudo de España de grandes dimensiones.
En 1989 se le dió una cierta inclinación 
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Primero se llamó Callejón de la Barrilla.
↪Después paso a llamarse Callejón de los Genoveses
↪Y por último Callejón Zorrilla. Se le puso dicho nombre pirque en una de las casas vivió un fraile  que se llamaba  Fray Manuel Zorrilla.
☆ En el nació y vivió Isaac Peral, el inventor del primer submarino.
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Callejón sin salida al que se entra por la Calle del  Par y la calle Real.
Se formó a mediados del S.XVIII, cuando se urbanizaron las calles Real y Jabonerías.
Tomo este nombre por haberse colocado, en una de las esquinas de dicho callejón, una estampa del Santo  cartagenero, patrón de Cartagena y su diócesis, con un farolillo de aceite que lo iluminaba.
. En la segunda mitad del S.XVIII existía la Cofradía de San Fulgencio, fundada en la parroquia de la Iglesia antigua compuesta de sacerdotes y clérigos de órdenes mayores.
Al derribar el edificio de lo que fuera Parque de Bomberos y después Conservatorio de Música en la Plaza del Par , ha desaparecido  la tachada  de la casa que ocupó  el doctor Amalio Pérez Plaza, por lo que también ha desaparecido este callejón, quedando integrado en la citada Plaza.

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CALLE SAN RAFAEL
 
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SUBIDA  DE SAN DIEGO 
 
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CALLEJÓN DE SAN ISIDORO
 
 
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CALLE SAN VICENTE⤵️
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CALLE EL POCICO



Esta vez voy como los saltamontes dando 

saltos de una calle a otra
 desplazandome  
en direcciones opuestas 
dando
 grandes o pequeños 
brincos
 en zic zac
 soñando
 con los ojos abiertos
 que estoy en el pasado 
de la calle
 el Pocico
 a la calle de las Beatas⤵️


Y LA CALLE DEL CARMEN
Y para terminar con mi pequeña y maravillosa excursión me dirijo en barco hacia el faro de Escombreras
{ Datos sacados del libro  LAS CALLES DE CARTAGENA
De Santos, reyes y nobles.
Memoria, semblanzasy monumentos





De  Juan Antonio Gómez Vizcaino}


       Continuará
                Caxú(c)

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Poesías dedicadas a mi musa de la Inspiración. Caxú ©

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