domingo, 9 de junio de 2019

Caja de recuerdos felices de mi juventud en mi Marin del Alma. Caxú M.B (c)2012

Tengo una caja
llena de recuerdos,
de aquellos
tiempos tan felices
de mi  juventud
vivida
en los veranos
en mi Marín,
junto a mí mejor
e inseparable amiga Paula.
Remembranzas
de cuando las les "pusimos",
los sobrenombres
a su hermano
y a los amigos de él.

EL HOMBRE INVISIBLE.
Era el hermano de mi amiga,
-Moncho-, le llamábamos
así,  entre nosotras,
porque siempre aparecía,
  allí.donde estábamos,
que alegría,
pues nada más verlo,
el corazón me latía
a mil,
parecía
como si se fuera a salir,
mi mente,
de tantas cosas
que pensaba
decirle,

para cuando lo viese,
se quedaba en blanco,
mi boca se enmudecia,
mis ojos brillaban
de alegría
y en mi cara,
se reflejaba
que el me gustaba
y que estaba
enamorada
de el.
En la puerta del bar la Nao 1976


Y siempre que llamaba

por teléfono
a mi coleguilla,
siempre lo cogía el,
más luego cuando
nos encontrábamos,
me quería gastar
una broma
diciéndome
que el no era
el que se ponía
al teléfono,
que era otro
de sus hermanos,
pero a mi no me "engañaba".
A Quico  (Francisco),
que trabajaba
en la pastelería
La Orensana,
que estaba
sita en  una de las aceras
laterales de la Iglesia
de Santa María del Puerto,
a él le pusimos Kin Kong,
por lo de Quico,
y a la pastelería,
como de aquella
echaban la serie,
la saga de los Forsay,
le avisamos ese nombre.
Y narrabamos
para nosotras,
que ahí era donde King Kong
hacia sus pasteles,
y que había una gruta,
atraves de la cual,
se llegaba al horno donde,
King Kong
hacia
los mejores pasteles,
con los huesos
de sus clientes,
¡qué bordes eramos!,
¡Qué juventud
y adolescencia
más feliz e inocente.
La gruta es una losa, que había despejada
delante de la puerta
de la pastelería,
cierro los ojos,
y me viene
el grato aroma
de los pasteles,
de dicha hostelería,
los coquitos,
los merengues,
que olores
tan dulces
y agradables.
A Balgones, su otro amigo fiel, que eran una y carne, del hermano de mi inseparable amiga, le llamábamos la Balada del triste despertar,.
Balada
porque casi rimaba
con el apellido,
lo del triste despertar,
fue lo primero
que me vino con lo de la balada.
Los encuentros
en Mogor,
cuando nos juntábamos
en el Danielito,
en el pab La Nao,
el día de la discoteca Chapi,
que estuve esperando
media hora a que me sacará
a bailar,
y viendo
que no me sacaba
al primero que me lo pidió,
al transcurrir
tres cuartos de hora,
respondí si,
al día siguiente mi amiga,
me comento
que él
se enfadó
conmigo,
porque no había
salido a bailar
con él,
que luego él,
intentó darme celos,
con la que ahora
es su mujer,
cuando subimos
al carrusel,
en las cadenas (columpios),
cuando
uno de los días
quede con su hermana
para ir a la playa,
en la víspera,
se enganchó en el marco
de una puerta con la zapatilla
y se dio un coscorrón,
haciéndose un chichón,
tuvimos  que anular
la excursión.
Que tiempos aquellos,
que adolescencia,
ya no volverán,
todos ellos quedaron
atrás.
Caxú (c)

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